Aprovechando la celebración en París del la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático, Shepard Fairey ha llevado su último trabajo hasta la capital francesa, en forma de sorprendente intervención.
Una gigantesca de 2,3 toneladas y 8 metros de diámetro permaneces suspendida entre el primer y segundo piso de la Torre Eiffel. Decorada con motivos florales y con colores que representan el aire, el agua y la vegetación, este mandala pretende promover la discusión sobre el futuro de la Tierra así como incitar a su respeto.
La galería Itinerrance ha colaborado en la consecución de este proyecto que permanecerá instalado hasta el 26 de noviembre.
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