Oliver Ney es un artista parisino que realiza un tipo de obras pictóricas de lo más creativas, utilizando para ello boquillas de spray recicladas.
Como ya sabéis, el reciclaje de envases es un aspecto muy importante en la filosofía de Montana Colors. Sin ir más lejos, las papeleras de cartón que se encuentran en nuestros puntos de venta sirven para separar directamente los aerosoles del resto de desechos y así agilizar el reciclaje de sus materiales.
Más allá de esto, las propuestas artísticas que apuestan por la reutilización de aerosoles nos parecen también muy interesantes y, en muchos casos, divertidas por su creatividad. Sin embargo el caso de de Oliver Ney atañe a una cuestión muy concreta: la de las boquillas o difusores.
Este artista parisino se auto proclama seguidor del “puntillismo” ya que sus pinturas descomponen las imágenes representadas en puntos de color, consiguiendo así una estética equivalente a la de los píxeles digitales. La gracia de todo esto reside en que cada “píxel” está constituido por una boquilla reciclada, que ha sido pintada del color concreto que la imagen requiere, y posteriormente enganchada al soporte. Un trabajo singular y minucioso que en algunas de sus obras ha llegado a necesitar la friolera de 3000 boquillas. Como os podéis imaginar, toda la pintura que utiliza para dar color a los difusores que componen las obras sale de la gama MTN 94.
Trabajos como el de Oliver Ney, de nuevo, nos recuerdan satisfactoriamente que “no está todo inventado”.
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