La Montana Gallery Barcelona abre sus puertas al universo de Calladitos. La pareja de artistas mexicana nos enseña una serie de trabajos que presentan los personajes y paisajes de la historia de Bolla Cebolla, un cuento en el que la narración fantástica y la estética mitología se mezclan con la particular personalidad de los Calladitos. Con un puñado de preguntas les hemos hecho hablar para que nos hagan descubrir a través de sus palabras, que hay detrás de su entrañable obra pictórica.
La exposición estará abierta al público en la Montana Gallery Barcelona hasta el 31 de agosto del 2023.
Es la segunda vez que visitáis Barcelona. ¿Qué es lo que más os gusta de esta ciudad?
Creo que de las cosas que más nos gusta es el ritmo de vida. Contrasta con lo que estamos acostumbrados, el ambiente, la gente y la energía que se siente es muy vibrante. Es un lugar muy inspirador para nosotros por la escena artística tan amplia con la que cuentan, como los museos, las galerías, el arte urbano, la música en las calles y demás. También Barcelona fue uno de nuestros primeros destinos en Europa para pintar y eso lo convierte en un lugar muy especial para nosotros.
«Barcelona para nosotros representa un escape del taller, del estudio ya que nos permite tener experiencias hacia a fuera y no tener tantos momentos de introspección.»
¿Cuáles son las diferencias generales que veis entre Barcelona y San Miguel de Allende? ¿Y en cuanto a graffiti y arte urbano?
Para nosotros, San Miguel de Allende representa un espacio para estar solos y darnos ese momento de tranquilidad para poder producir y estudiar dentro del taller, que está ubicado en la montaña. Encontramos que no hay mucha escena de graffiti ni de arte urbano, aunque sí empieza a tomar fuerza. Decidimos mudarnos a San Miguel de Allende ya que hay muchas galerías de arte contemporáneo y una creciente escena artística, pero no de arte urbano. Al ser un pueblo mayormente de extranjeros retirados no es un lugar donde hay muchos jóvenes como Barcelona, por eso y por más razones, Barcelona para nosotros representa un escape del taller, del estudio ya que nos permite tener experiencias hacia a fuera y no tener tantos momentos de introspección. Nos da la oportunidad de compartir nuestro universo interno con más gente.
¿La historia de Bolla Cebolla la desarrollasteis expresamente para vuestra exposición en Montana Gallery? ¿Cómo fue la creación de las ideas?
Bolla Cebolla es una historia que hemos ido desarrollando durante los últimos años. Estamos trabajando su historia con el fin de poder contarla en animación y en otros medios, aparte de la pintura en caballete y del mural. La intención de la exhibición era mostrar en las pinturas el concept art de la serie animada que estamos comenzando a trabajar. Las pinturas muestran a los personajes, los paisajes y las escenas que describimos en el guion. Bolla cebolla es la historia introductoria a nuestro universo y el personaje más poderoso del mundo de los Calladitos, y gracias a ella, los gigantes de luz empezarán a formarse.
«Calladitos. Es una tercera entidad que nace de la unión de nuestras ideas y estilos en conjunto. Es así que nos sentimos muy libres de trabajar las piezas a modo de relevos.»
¿Nos podéis explicar cómo lleváis a cabo el trabajo plástico? ¿Cada uno se ocupa de algo en concreto?
Los dos juntos creamos este concepto llamado Calladitos. Es una tercera entidad que nace de la unión de nuestras ideas y estilos en conjunto. Es así que nos sentimos muy libres de trabajar las piezas a modo de relevos. Uno puede comenzar la idea, y el otro sigue desarrollándola. Después alguien empieza con el color y luego el otro sigue con color, y así hasta que los dos estamos satisfechos con la pieza. La mayoría de las obras llevan muchas capas de colores distintos, y con esto creamos el contraste para darle el volumen deseado.
Vuestra obra evoca, más que un universo onírico, una dimensión fantástica casi mitológica. ¿Existe algún tipo de inspiración mitológica o folclórica en vuestra obra?
Claro que sí, pero no en específico una. Nos inspiramos desde en las mitologías antiguas como la maya hasta cómics, libros, caricaturas o historias modernas como Star Wars o El señor de los anillos. Creo que ambos somos muy perceptivos y sensibles y absorbemos de cada experiencia vivida, de cada persona con la que convivimos, de cada momento y esto nos sirve mucho en nuestro proceso creativo, nos sirve de inspiración.
En cada uno de vuestros trabajos el color escogido y la fuerza de la luz es vital. ¿Existe una simbología al respecto, tanto en el uso del color como en el de la luz?
Trabajamos mucho con nuestro sentir, de una forma intuitiva empezamos a agregar color. Con la personalidad que hemos desarrollado para cada personaje. Al estudiar cada vez más el universo, entendemos la paleta de color que cada uno emana y las emociones que queremos transmitir en ciertas escenas. También, los colores de cada calladito son como su personalidad.
Entre nosotros decimos que cuando pintamos parece que primero aventamos colores sin pensarlo tanto, para después matizar con capas y más capas de color y lograr una composición unificada. Pero en la historia escrita sí que tenemos colores para cada uno de los personajes. Carmín y sus hermanas tienen tonos rojizos y tonos cálidos. Nos gusta sentir el calor de sus paisajes y la manera en la que viven, y al mismo tiempo estos colores nos trasmiten fuerza. Puc y Goyo son turquesas, azules profundos y verdes claros, para sentir algo más pacifico, amigable, más relajado, un ambiente tranquilo. Por otro lado, con Don carretas utilizamos colores tierra, como el café, naranja y amarillo que nos hacen sentir soledad, sequía, un ambiente desértico, pero a la vez muy pacífico y tranquilo. Con Bolla Cebolla utilizamos lo colores durazno, rosa, naranja y amarillo pálido para darle una personalidad más inocente, pero a la vez cálida.
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