El artista que se esconde tras el nombre de Suso33 comenzó a dar forma al icono por el que sería posteriormente reconocido en las calles, en el pupitre de un colegio en el norte de Madrid. Eran finales de los 80. El graffiti invadía las mentes de jóvenes como él, hipnotizándolos con el mensaje «tú puedes hacer esto, está en tu mano». Y como otros tantos se alistó a la guerrilla que se iba a encargar de revolucionar las calles y el subterráneo de la capital, con la salvedad de que él estaba dotado de una imaginación prodigiosa.
Después de haber pasado por todos los niveles y estilos del graffiti, después de haberse ganado el respeto de escritores en todo el mundo, su carácter compulsivo no le iba a dejar conformarse con el getting up… Necesitaba algo más, dar otra vuelta de tuerca con la que poder satisfacer esa necesidad creativa que bullía en su interior, y nos la presentó a todos de manera formal con el ritmo, la palabra y la imagen como aliados, dejándonos claro qué camino quería seguir. De ahí hasta el día de hoy, se ha encargado de demostrar de una forma incansable en Bienales internacionales, Centros de Arte Contemporáneo y algunos de los eventos culturales más notorios, su condición de creador excepcional del siglo XXI.
SUSO33 X HARDCORE. «TRAFFICKERS»
¿Cómo surgió el proyecto de realizar este video?
Fué una propuesta que vino de Laneta Producciones y el equipo creativo de Montana Colors, porque ya hacia tiempo que queríamos hacer una colaboración y que no fuera un video convencional, pues el video me interesa como medio artístico en sí mismo, y me gusta experimentar con él aun con el riesgo que conlleva. Esta fue una ocasión para intentar jugar y experimentar con la libertad que te da el no recibir dinero por ello y tener plena libertad creativa con un fin artístico.
¿Qué fue lo primero que pensaste ante la posibilidad de pintar una superficie tan gigantesca?
¡Quiero hacerlo YA!
¿Viste claro desde el principio lo que querías hacer?
Si, porque teníamos en mente ya el desarrollo del video, aunque me surgieron muchas y diferentes propuestas.
El proceso de creación, de la noche hasta el amanecer, parece un ejercicio contrareloj. Es como si te dejaran para cumplir una misión y volvieran para recogerte una vez la has realizado… ¿Puedes describirnos que sensaciones viviste durante la creación?
Intensa, a contrareloj, casi verano y con pocas horas de noche y como me suele gustar a mi: trabajar en una situación y bajo cierta presión, que te hace sacar de ti impulsos naturales, no reflexivos. Adrenalina, esfuerzo, generar estas situaciones que te ponen a prueba… A contrareloj en una sola noche corta de verano en la que si restas las horas de producción y rodaje de planos en los que no pintaba, añadiendo que nos llovió y hubo que desmontar y recoger todo el equipo, tuve sólo unas 3 horas para hacerlo.
¿Y cómo asimiló el cuerpo toda esta carga de tensión?
Durante el proceso es intenso, me gusta. Aunque a veces me hago daño me sorprendo de la capacidad de respuesta y de lo que es capaz de hacer mi cuerpo bajo esta presión y hasta donde puede llegar en situaciones como esta, o en otras en las que tienes el tiempo limitado por muy y diferentes factores.
Estas series de rostros identifican tu obra desde hace casi una década. Cómo han ido evolucionando con el tiempo, cómo se han adaptado? han experimentado transformaciones como lo hicieron tus ‘Manchas’ o ‘Plastas’ desde los 80 y tus ‘Ausencias’ desde los 90 hasta ahora?
Han ido aumentando de tamaño. Al principio las hacia a una proporción humana, aúrea, utilizando el cuerpo como compás y unidad métrica. Y después con fumigador y herramientas con alta presión, y el modelo Hardcorepor ser un bote con alta presión que me permite lanzar la pintura desde distancia. Es un modelo que siempre he utilizado bastante.
Eres de las primeras personas a las que vi utilizar el fumigador como herramienta para trabajar el gran formato y con una inquietud artística. ¿Cuándo te encontraste con este instrumento y te diste cuenta de sus posibilidades?
No sé, es una técnica que ya utilizaba de chaval cuando realizaba escenografías y lo he seguido utilizando para pintar superficies de gran tamaño.
Has sacado partido como muy poca gente a cada uno de los modelos diferentes de aerosol que han ido surgiendo porqué tan diferentes y tan variados?
En el año 94 teníamos una especie de tienda en Madrid en la que distribuíamos los primeros productos de Montana. Lo hacíamos en parte para poder pintar con buenos productos y parecía que éramos como unos «traficantes». Ellos se preocupaban de preguntarnos acerca del producto para su perfeccionamiento y yo, entre otros, me preocupaba de jugar y experimentar con las nuevas posibilidades que ofrecían esas nuevas herramientas que en mi ciudad no me ofrecían otras. Desde luego que ha marcado un antes y un después en cuestión técnica y concepto de la pintura en aerosol, y que nos ha beneficiado y repercutido de modo directo o indirecto a todos los que los utilizamos, porque fueron los que crearon el modelo que otros intentan seguir cuando podría haber parecido una locura o un sueño en aquél entonces y no sólo un negocio. El caso es que según iban saliendo nuevos modelos y difusores, les veía diferentes posibles aplicaciones y desarrollos, algo que ha enriquecido la gama de posibilidades en mi trabajo.
En tus representaciones acompañas la realización de tu arte con una serie de movimientos acompasados, a modo de danza, que te ayudan a fluir frente a la pared. ¿Puedes describirnos estas sensaciones? ¿Qué importancia tiene para ti el movimiento y la expresividad corporal con el proceso creativo?
El proceso creativo es algo que me hace sentir muy vivo y quizás una clave de mi obra en la que el cuerpo actúa a modo de elemento plástico en el que la obra casi es la acción en si misma y la calidad del objeto final resultante pasa a estar en un segundo plano como cuando lo hago por cuenta propia en lugares con cierta presión quizás por ello experimente con la danza como movimiento con algunos de los bailarines con mayor peso.
No has tenido página web propia hasta el 2010 y sólo se puede ver un pequeño registro de toda tu extensa y variada obra, ¿no crees que quizás te adelantaste a tu tiempo o los nuevos medios de comunicación te han pillado tarde?
No se, quizás no haya tenido objetivos claros y me ha inquietado más explorar y experimentar de modo natural sin tener que crear estrategias o utilizar discursos para justificar algo para mi tan habitual.
Tus creaciones de video han sido premiadas años atrás en algunos de los principales certámenes de videoarte pero no se pueden ver en la red. ¿Por qué no se pueden ver en la red?
El hecho de no subirlas a la red no se ciertamente porque razón… quizás por una constante relación amor odio con lo que llamaba «TeleGraffiti» y me hace cuestionarme a mi mismo constantemente… Como son procesos de creación, nunca los veo finalizados del todo.
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