Nos encontramos con TOKIO en el Montana Café. Es el día en el que presenta en público una serie de dibujos sobre papel, fruto de la labor que desde hace tan sólo dos años lleva ejerciendo: el tatuaje. Él ha sido uno de esos escritores de graffiti que se encontró en el camino con este arte y que ahora dedica todas las horas que puede, ya sea dibujando durante la noche en el parking donde trabaja, o cuando le sale algún curro. Un tipo sencillo que ahora afirma encontrarse «más motivado», porque tiene claro hacia donde quiere ir y lo que quiere hacer. Tan clara como su otra pasión: dos perros, un gato y una chinchilla con quienes comparte su piso de Barcelona. Se considera una persona de costumbres muy caseras, le gusta ir de pic-nic y ve en internet uno de los mejores inventos de la historia, además de una buena manera de conseguir curros.
A punto de comenzar el partido de Liga entre el Madrid y el Barça, y mirando una pantalla donde se está retransmitiendo, declara: «odio el fútbol».
Con él arrancamos esta serie de banners de artista que podrás ver en las diferentes webs y blogs en los que nos anunciamos.
Te dejamos este breve pregunta – respuesta:
¿Como te introdujiste en el mundo del tatuaje?
Empecé a juntarme con gente que hacía tatuaje y graffiti; Llorar, Kezam… y luego he ido conociendo a más gente. En casa de uno y del otro… Me dijeron que sobretodo había que dibujar a muerte y hacer láminas, y poco a poco ir absorbiendo todo el imaginario del tattoo. Estuve unos cuatro meses antes de coger por primera vez la máquina. Esto fue hace un par de años.
¿Estilo?
Siempre me interesó el estilo tradicional americano. Que el dibujo se lea bien, con gran cantidad de negro. En realidad todo es sencillo si le dedicas tiempo.
Cuando vas a pintar un muro ¿notas esta influencia?
No, siempre veo separado el graffiti del tattoo. Creo que el graffiti te da más vicios malos que buenos. Te obliga a tener un estilo propio, a crear tu propia marca, y en realidad el tatuaje va más encarado a quedar satisfecho con el resultado final sin necesidad o presión de tener que demostrar esa marca personal.
¿Una ciudad para vivir?
Prefiero un pueblo. A poder ser más rural que urbano. Las ciudades te matan, te cosen a impuestos, te joden los pulmones, el C02 de los coches… en un año estoy fuera. Necesito campo cerca y oxigenar los pulmones. Vine a Barcelona porque en mi pueblo si tienes que compartir piso has de hacerlo con inmigrantes sin papeles y aquí lo puedes hacer pero con estudiantes o gente con la que tengas más afinidad.
¿Una ciudad para salir?
Barcelona. Otra cosa no tendrá, pero eso… Con la permisividad que hay, si quieres ir a una ciudad y quemarla ven aquí. Para descansar búscate otra.
¿Una ciudad para pintar?
Me gusta Mallorca, por el clima, la gente, la playa… además tengo ahí a mi colega Hock.
¿Música?
Nick Cave, Tom Waitts, Cohen, Band of Horses…
¿La última peli chunga que has visto?
Cualquiera de Jennifer Aniston.
¿Y la más guapa?
«El señor de las moscas».
¿Hardcore o 94?
94. Una joya. Mate y encima baja presión. Lo tiene todo.
¿Un color?
El negro. Sin negro no hacemos nada, más vale que nos vayamos a casa. El negro es luz.
¿Hay vida despues del graffiti?. ¿Alguna afición confesable?
Sacar a mis perretes a pasear. Tengo dos perros, un gato y una chinchilla. Es la alegría más grande de mi vida.
2 Danos tu opinión
ggrandisimo trabajo! soy un graffitero joven que se ha criado con vuestros murales! saludos desde mallorca y seguid pintando a saco! ^^
Loco muy chulo el reportaje me hubiera gustado ir y de paso verte bueno compi un abrazo y cuidate!!!!
Un senyor!
enorme
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