Hay una cosa evidente: hay tantos estilos de música como colores. O incluso más.
Hay música tanto para la gente brava, como para los cobardes. La hay para los trovadores, para los obreros y para los poetas. Para charlatanes y para gente normal. Para gallitos y para Yorkshires. Hay música para todos.
La música de Cecilio G es para corazones rotos, para macarras, para los que observan detrás de la esquina, para los que venden diezmos o para los que pintan cierres. Para los que son al mismo tiempo reyes y toyacos. Orgullosos.
Las rimas de Cecilio G son para los que entienden que la G viene de Godzilla. Para los que su base alimentaria son la bollería industrial y las letras por las paredes.
Cecilio G no es una joven promesa. Ni siquiera es un joven. Cecilio G no es un rapero de Barcelona. Tan sólo es de Barcelona. Cecilio G es de Bogatell. Es WTC, NOT, MPB. Es sobredosis de patatas fritas. Como dice en una de sus canciones: «si escuchaste Morriers Gang sabes de qué va el rollo. Si no escuchaste Morriers Gang, no sabes de qué va el rollo”.
Cecilio G presenta su CD de debut: «In the corner”, en el Montana Café.
Y si tú eres de los que sólo pagan «twenty», podrás conseguirlo por sólo 5 euros.
Ilustración de portada por Foner.
2 Danos tu opinión
Añadir un comentario