SHER ALIAS ZIPPO, «VOLCÁNDOLO TODO»

Hemos aprovechado la celebración del Cantamañanas Festival para acercarnos al escritor zaragozano Sher. Como se trata sin duda de uno de los mayores representantes del graffiti de Aragón, hemos pensado que era adecuado hacer algunas preguntas a cerca de su personalidad y su graffiti. Así pues, aquí tenemos la entrevista a Sher alias Zippo y una cantidad de imágenes de su trabajo suficientes para parar un tren de mercancías.

¿Cómo creas tus letras? ¿De dónde partes? 

Depende de la ocasión, tengo dos tipos de pieza. Una es la pieza sólida, donde no deben quedar huecos, tiene que estar equilibrado. La otra tiene que tener un aspecto más sofisticado, más elaborada, con movimiento. O que la composición trate de amoldarse a algún sitio específico.

Generalmente, lo que no me gusta es que la pieza tenga demasiados huecos en el interior. Me gusta que estén equilibradas y que no sean estáticas. Me gusta que las letras se tumben, se ladeen, se muevan y que tengan una armonía entre sí.

¿Dentro de tu estilo, en qué crees tú que se diferencia tu wildstyle de otros?

Pues hombre, creo que en líneas generales mi wildstyle tiene muchos puntos en común con otros wildstyle. Quizás se diferencia en que a pesar de que mis piezas son cuadradas, siempre intento romper eso con un algún palo que rompa y genere tensión, movimiento y rompa la forma global. Aunque en general sigo unos patrones bastante clásicos.

Dentro de ese mismo estilo, ¿qué es lo que no soportas?

Yo parto de la idea de que la letra tiene que ser bonita, una letra bien formada. Mucha gente enmaraña la forma hasta que la pierdes y no se reconocen. Yo empecé haciendo piezas simples, y las fui evolucionando hasta el punto de casi no poder leerlas, hacer las formas muy salvaje. Aunque me gusta que a pesar de la complejidad puedas encontrar la letra. Hay veces que la gente esconde la letra tras los accesorios y cuando la desnudas, la letra es fea. Eso no me gusta.

¿Si no hicieras wildstyle que otro estilo harías?

Letras simples, clásicas de toda la vida. Es lo que más me gustó cuando empecé a pintar. Por ponerte un ejemplo de algo así, las letras del ‘Rap in Madrid’ que no tenían nada pero a la vez tenían un rollo, una flexibilidad brutales. Eso es lo que me gustaría hacer.

Referentes:

Es curioso, porque el primer referente que tuve yo, o uno de los primeros, fue al ver el video de Kid Frost, ‘La Raza’, donde pintaba Hex de Los Angeles… Era tan diferente lo que pintaba ese hombre de lo que yo había visto, un wildstyle increíble. A día de hoy sigo pensando que es una persona insuperable, si tenemos en cuenta lo que ya hacía allá por el año 83, 84… Después cuando llegó a mis manos el Spraycan Art y vi los estilos de los clásicos, pues me fliparon.

Por qué empezaste a pintar y por qué sigues pintando?

Pintar al principio era una especie de juego. En mi grupo de amigos yo era el que ponía firmas, el que pintaba. También veía cosas de otra gente, otras firmas y me parecía gracioso. No sabía porque lo hacía pero me fue enganchando y la cosa fue cada vez a más. Ahora sigo pintando porque considero que funciona conmigo. Mi forma de vida ya está hecha a eso.

¿Qué personas te sorprenden a día de hoy pintando? Tanto porque te estimulen en lo tuyo, como porque te gusten a pesar no de querer hacer ese estilo?

No hay nombres en concreto, pero las actitudes de algunas personas, más allá de la ‘fama’, gente que quiere pintar sin otro tipo de consideraciones… que ponen su nombre, que llevan muchos años, que no son mediáticos, pero siguen a cuchillo. Eso es ejemplar para mí, eso me inspira. No me gusta la gente que se preocupa del graffiti como medio para conseguir fama.
Gente que lo vive por y para ellos, de los que sólo conoces su obra, no personalidad.

Antes no hacías bocetos y ahora sí, ¿y eso?

Pues cuando empecé hacia muchos bocetos… Luego cuando crecí y empecé a tener las típicas preocupaciones de la vida, trabajo, responsabilidades, dejé de dibujar por falta de tiempo. Además, hubo una época en la que pensaba que era más interesante no hacer boceto, adaptarme a la pared, y desarrollar cosas nuevas en el momento. Más tarde, me apalanqué en mi estilo, y volví a dibujar para darme un impulso, para renovarme. Así que hoy en día si creo que es importante hacer bocetos, aunque no digo que haya que hacerlos para llevarlos a la pared. Creo que es bueno, trabajar unos palos, y después decidir si los aplicas a la pared, pero no creo que haya que seguir el patrón del boceto.
Es una buena manera de desarrollar el estilo.

¿En qué te gustaría mejorar?

Siempre se puede mejorar, hay que aprender de los fallos y desarrollarse. Si tengo una asignatura pendiente son las pompas. Me gustaría tener un buen throw-up. El mío es sencillo. Tengo que trabajarlo más. En cuanto a la caligrafía, mi firma me gusta, pero no tengo una gran soltura con el resto. También puedo trabajarlo más.

¿Quién eres?

Empecé a poner mi nombre en mi barrio en el año 1989 y al poco tiempo conocí a los primeros de la ciudad en hacer lo mismo. Formé un grupo junto a Psico llamado ASP (Artist  Street Posse) en el cual nos encontrábamos muchos de los escritores pioneros de la escena de Zaragoza.

Más tarde entré en Horo Crew con mi gente de Lleida, -una ciudad sin duda muy importante para mi- lo que significó un paso crucial dado que fue la primera gran conexión fuera de mi localidad, y sobretodo por que su cercanía con Barcelona y sus lazos con gente de allí me permitió dejar rastro en más lugares y conocer más y más gente con la que desarrollar mi personalidad dentro del graffiti.

Posteriormente mi grupo local por excelencia pasó a ser LPA (La Pequeña Aldea), disuelto a día de hoy y al cual guardo mi mayor respeto y cariño dado que ha sido el que ha estado conmigo durante gran parte de mi carrera como escritor.

Desde hace unos años formo parte de Black Magic, un grupo de escritores clásicos de varios puntos del país. Esto significó para mi una inyección de energía para poder continuar con más ganas que nunca.

También pertenezco a DBR junto a mi gente de Pamplona, grupo con el que resulta muy grato realizar producciones muy trabajadas y además son mis hermanos desde hace muchos años.

CMK es otro grupo del que formo parte, editor de la revista La Charcu. Con mi gente de Vitoria y Logroño. Con RCK me mantengo junto a mi peñita gallega y madrileña.

Por último WAR (We Are the Robots), una mezcla de escritores de Sevilla, Vitoria y Zaragoza con los que llevo un frenético ritmo de graffiti.

Siempre me he centrado en el wildstyle, siempre cuidando y queriendo el estilo clásico y old school.