Afiler, uno de los escritores con más sistemas de metro a sus espaldas, ha elegido para los Tres Ases tres piezas realizadas en diferentes metros de sudamérica por su dificultad y sus historias.
Buenos Aires. La cochera de Polvorines, una de la más famosas por google (pipa style) en la cual están casi todos los modelos de Buenos Aires. Estuvimos unos días dando vueltas a la cochera y encontramos una forma de entrar. El día de la misión era festivo y fuimos la Pompe el Fuks y yo mismo. No fue tan fácil entrar pero lo logramos.
Adentro, escondidos, vimos que el guardia de seguridad daba bastantes rondas. Una rápida vuelta por la cochera para elegir el modelo y al final nos decidimos. Será el «dulce de leche», un modelo antiguo que es parecido al ancho madrileño. En la misma vía, un vagón suelto del nuevo metro de la linea A. Me hice una pieza rápida en el “dulce de leche” y a por el nuevo amarillo para acabar las latas. La Pompe se hizo una pompa de trazo azul y relleno blanco, y el Fuks una pieza a fat wild style.
Estamos acabando la segunda pieza y entra un coche en el hangar. Fuks se desema rápido mientras recojo sus botes. La Pompe tirando fotos. “Hey!” Ya vienen dos policías corriendo con el currante. Conseguimos escapar por una ventana pero con los tíos en pelos del culo. Escape done! Vamos boludos!
Sao Paulo. El metro de Sao Paulo no es de los mas fáciles de latinoamérica. Con los brodazes Total &L163, nos llevaran a una cochera, un final de línea. 3 ó 4 guardias vigilaban los trenes caminando por los andenes y desde la torrecita de control.
Estuvimos mirando un rato la cochera pero se veía la cosa tensa. Poco a poco empieza a llover, nos estamos mojando y se me quitan las ganas. Ya no hay ánimo de nada y deseaba irme a cama., pero Flike dice: » ya es nuestro momento, no hay que perder la oportunidad». Entramos trepando muros, resbalándonos. El tren súper mojado, chorros de agua cayendo sobre el metal y con el sonido de truenos sin parar. Pintando a gusto, con 10 kilos de peso más encima, zapatos como piscinas, pero así se disfrutó la locura del metro de Sao Paulo. Gracias a todos por el recuerdo.
Santiago de Chile. La cochera de Neptuno. Son muchas horas de estudio. Torres de control, guardias y perros vagabundos, vayas electrificadas, cámaras y sensores. La forma de entrar no se si alguien más la probó, ni la de salida, pero con mis webones Plus estuvimos dentro unas horas por toda la cochera buscando un sitio tranquilo donde hacernos una pieza rapidita.
El primer hangar, lleno los trenes, gente por todas partes. En el segundo hangar de reparación Alstom tampoco pudimos y ya estábamos a punto de salirnos sin pintar pero en un hangar de máquiinas encontramos dos vagones sueltos. El viejo sin puerta y el nuevo. Una piececita rápida para quitar las ganas y fuera. Al salir un guardia aparece a nuestro lado, nos ve saltar sin decir nada. Nos escapamos rápido y desaparecemos en la autopista nublada.
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