
Si echamos un vistazo a la sociedad que hemos creado, podemos decir con vergüenza que vivimos una distopía; tenemos un sinfín de ejemplos de esto en las políticas que rigen la vida del común de los mortales.Hemos llegado a un punto donde la vida y la salud valen menos que las propiedades y eso se refleja en el sistema judicial.
En “More Hate than Fear”, vemos una pequeña muestra de este sinsentido. Este cortometraje, escrito por Molly Manning Walker y dirigido por Billy Boyd Cape nace a raíz de un par de sentencias surrealistas ocurridas en Inglaterra (uno de los países con penas más grandes contra el graffiti): el mismo día que un escritor de graffiti recibía 3 años de condena por vandalismo (pintar), otra persona recibía 15 meses de pena por ASALTO SEXUAL a 13 menores de entre 9 y 17 años, durante 20 años.
Partiendo de esa premisa, el film muestra la situación de un escritor de graffiti, deshubicado, encerrado con presos comunes y expuesto a un nivel de violencia que lo embrutece y degrada como persona.Como apuntan los creadores del corto, estas condenas desproporcionadas son más un reflejo del miedo que produce tener un sector de la población que se escapa al control que a una necesidad tan contundente de castigo.
También señalan que estas sanciones son más bien contraproducentes: tratar a los escritores de graffiti como presos de alto riesgo reduce la posibilidad de rehabilitación y los convierte en personajes mucho más conflictivos y peligrosos dentro de la sociedad.
Os dejamos con el cortometraje para que reflexionéis y saquéis vuestras propias conclusiones.
«La ley sin justicia es una herida sin cura.»– William Scott Downey.
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