Roc Blackblock vuelve a lanzar un homenaje a la lucha antifascista y la revolución social a través de un mural de grandes dimensiones que ha realizado, descolgado por cuerdas, en una caserna de la guardia civil, ocupada desde hace 30 años.
Roc Blackblock es un artista barcelonés célebre por el estilo de sus obras, pero más reconocido aún por el mensaje combativo y de revolución social que abandera todos sus trabajos.
En su última intervención hasta la fecha, Roc regresa al formato vertical en una pared del edificio ocupado “la Kasa de la Muntanya” en Barcelona. El contenido de este trabajo homenajea a los milicianos de la Guerra Civil Española a través de una fotografía de Antoni Campany, erigiéndose así como un símbolo del antifascismo histórico de la ciudad condal.
Los medios invertidos en este proyecto han sido escasos, y para llevar a cabo esta obra de gran tamaño, el artista ha tenido que descolgarse por la fachada del edificio con cuerdas de escalada. Un proceso de ejecución temerario que añade valor al contenido de la obra y mérito a la implicación de Roc.
No se trata de la única intervención de este tipo que se ha realizado en Barcelona durante los últimos días. Sarah Painter ha añadido otra pared a la lista de murales con mensaje antifascista. En su caso se trata de un retrato de tres pisos de altura de Marina Ginesta, reportera y traductora durante la Guerra Civil Española. En pleno auge de la derecha política a nivel mundial, este tipo de intervenciones se convierten en la reacción adversa a las ideologías intolerantes, reivindicando así la lucha social y recordándonos que existe una parte importante de la población que no cae en la trampa ideológica del liberalismo feroz.
Barcelona Antifascista
«El año 1936, la “Oficina de Información y Propaganda de la CNT FAI” encargó a diversos fotógrafos que documentaran lo que estaba pasando en las calles. Este mural está inspirado en una de esas fotografías. La original, obra de Antoni Campany`, data del 28 de agosto de 1936, un mes después del golpe de estado. Pertenece a una serie de retratos de los milicianos que tomaron el “Cuartel del Bruc”, (que pasó a llamarse “Cuartel Bakunin”). La importancia de esta serie es que las fotografías se convierten en un certificado de la victoria de la Revolución Social, ya que retratan la victoria y toma de un símbolo como era la caserna, última defensa nacional en la zona. Presuntamente los milicianos que tomaron la caserna eran una columna proveniente de L’Hospitalet i el Baix Llobregat.
No solo se detuvo el avance del golpe de estado en esta parte del país si no que se inauguró la Revolución Social. Se colectivizaron fábricas, tierras, se retribuyeron riquezas i recursos, se tomaron y también quemaron espacios y símbolos del poder y la opresión, instituciones, casernas e iglesias…
Pintar una imagen con una historia como esta ha adquirido un significado especial al hacerse en la Casa de la Montaña, una antigua caserna de la Guardia Civil que, ocupada en 1989, lleva 30 años liberada. A pesar de las traiciones, la derrota, los 40 años de dictadura… el espíritu sigue intacto, el mejor homenaje es seguir luchando.
Ha sido un proyecto agotado y desgastante, que venía de lejos, complejo en muchos aspectos pero que ha funcionado muy bien gracias al apoyo que he tenido. Todo esto no habría sido posible sin:
L’E. que ha hecho fácil lo que técnicamente me parecía una locura y lo ha hecho con una eficiencia absoluta. Ha sido un placer este “mano a mano”.
Max Ira por abrir un hueco en su agenda y documentar el proceso.
Observatorio de la Vida Quotidiana, por compartir pate de sus conocimiento sobre el tema y ayudarme a contextualizar y documentar la obra. Si queréis profundizar sobre este momento histórico no os perdáis la exposición “Gráfica anarquista” que ha comisariato el Arxiu fotográfico de Barcelona.
Montana Colors que ha dado soporte a la intervención.
La Kasa de la Muntanya, por supuesto, tanto por el muro como por las facilidades, complicidades y hospitalidad.»
2 Danos tu opinión
Añadir un comentario