Este 2020 el fotógrafo Vincent Cornelli cumple 15 años desde que abandonara su casa en Nueva York para lanzarse a la aventura de capturar el arte urbano. Llegados a este punto, Vinny ha decidido compartir algunas de sus experiencias con nosotros a través de sus propios relatos. Señoras y señores, les damos la bienvenida a “El diario de Vincent Cornelli”.
Post 1 – Foto: Faile, y otros (NYC)
Hola. Soy Vinny (@streetlayers). Es probable que a partir de ahora tengáis más noticias mías… aquí mismo. Así que… ¿quién soy? Durante los próximos actualizaciones espero ir resolviendo esas dudas. Sin embargo, lo principal es esto: me encargo de documentar el arte urbano.
De hecho, este año habré cumplido mi 15º aniversario haciendo precisamente eso. En 2005, empecé a fotografiar el movimiento del arte urbano desde mi antigua casa en la ciudad de Nueva York. Lo que comenzó como un hobby me llevó a dejar mi carrera y mi casa con una mochila y una cámara en la mano. El 4 de julio de 2014, inicié mi viaje con ese destino, pero con una perspectiva mundial. Desde entonces he vivido en la carretera. No he parado desde ese momento, en más de 5 años y medio he documentado más de 325 ciudades de los 6 continentes, en más de 65 países. He repartido mi energía entre la documentación de las paredes existentes y la relación con más de 500 artistas durante sus procesos en la calle, en el estudio, o en espacios aleatorios, únicos y/o abandonados.
Mi esperanza yace en compartir algunas de mis experiencias con vosotros.
Creo que es apropiado comenzar con esta foto del famoso 11 de la calle Spring, tomada en 2006. Para mí, 11 Spring fue el lugar donde todo comenzó – en cuanto a que definí objetivo, y finalmente crucé al otro lado para ahora compartirlo con vosotros.
«El edificio en sí, en el 11 de la calle Spring, es una leyenda en si mismo. A lo largo de los años, artistas de varias partes de la ciudad y del mundo acudían allí a pintar.»
Los sábados por la mañana dejaba mi piso del Lower East Side con un cigarrillo, mi iPod y mi cámara de fotos sobre el hombro. Después de pedir un doble expreso cerca de aquél lugar, me paraba al otro lado de la calle, encendía mi humo, escuchaba mi música, bebía mi café y simplemente estudiaba la pared. La encontré catártica. Después de tomar el café, me acercaba a la pared y volvía a mirar. En más de una ocasión los transeúntes se paraban y me preguntaban qué estaba haciendo. Visto con perspectiva, creo que se debía en parte al hecho de que no tenía ni idea de cómo usar una cámara. Aunque esa historia es para otro día, esta fue la pared donde realmente experimenté por primera vez.
El edificio en sí, en el 11 de la calle Spring, es una leyenda en si mismo. A lo largo de los años, artistas de varias partes de la ciudad y del mundo acudían allí a pintar. Dada la reciente mercantilización de los festivales de arte mural, etc. de hoy en día, eso no parece un gran problema… pero en ese momento… fue increíble.
«No puedo recordar exactamente cuántas manzanas de largo tenía la cola para entrar»
Para terminar esta historia, a finales de 2006, Wooster Collective (dirigido por los adorables Sara Schiller y Marc Schiller), junto con los nuevos propietarios del edificio, organizaron una excepcional exposición en el interior con muchos de los grandes que tanta visibilidad tienen hoy en día, y algunos que desaparecieron desde aquél entonces. No puedo recordar exactamente cuántas manzanas de largo tenía la cola para entrar, pero recuerdo que fue la primera vez en mi vida que vi una cola real en la ciudad de Nueva York.
De izquierda a derecha, puedes encontrar piezas de Cheeky, Stikman, Faile, JR, Rambo, WK, Bast, Skewville, IRAK Crew, and Hektad..
¡Próximamente más!
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