El viernes 7 de mayo, hicimos una transmisión de emergencia desde la cuenta oficial de Instagram de Montana Colors. Se organizó apresuradamente una entrevista en Real Talk para llegar a la comunidad del grafiti y más allá, donde MTN conectó con los escritores colombianos Tnor y Mesek, que ofrecieron un testimonio de primera mano de la situacion en Colombia tras días de represión contra las protestas callejeras que han resultado en múltiples muertes a manos de la policía, incluyendo el disparo al escritor Flex.
Tnor, de Bogotá, y Mesek, de Cali, son dos escritores que protagonizaron una entrevista en Instagram Live presentada por Mark Dix la semana pasada. Durante la conversación, los jóvenes escritores abordaron el desesperante tema de la represión policial en Colombia contra las protestas, provocadas inicialmente por las nuevas reformas fiscales.
«…lo único bueno que han demostrado estos trágicos acontecimientos es el apoyo mutuo entre activistas que se ha reflejado en el mundo del graffiti: grupos de escritores rivales se han unido para desarrollar proyectos con el objetivo común de concienciar a su sociedad y al mundo entero de un conflicto que tristemente podría extenderse a otros países latinoamericanos.»
Según Tnor, que nació y creció en Colombia, 80 años de guerra civil marcados por fuertes tensiones políticas entre centralistas y federalistas dieron lugar a la persecución de las ideologías de izquierda e incluso a asesinatos de políticos y líderes sociales. El crecimiento del narcoestado y la existencia de guerrillas ayudaron al gobierno a controlar a la población a través del miedo.
El escándalo de los «falsos positivos» es un ejemplo de la violencia institucionalizada llevada a cabo por un Estado que actuó con impunidad. La estrategia del gobierno de Uribe se implantó para aumentar las bajas de la guerrilla disfrazando los cadáveres de los civiles con trajes del ejército. El número de personas inocentes asesinadas asciende a 6402. En este contexto podemos empezar a entender la trágica realidad de la sociedad colombiana, con la falta de respeto a la vida civil por parte de las autoridades, y el escaso eco social que pueden alcanzar los opositores, dado el control gubernamental de los medios de comunicación. Como explica Tnor, el caso de «Flex» no es un hecho aislado en el panorama del grafiti colombiano. Diego Becerra, otro escritor y amigo de los invitados de Real Talk, sufrió un destino similar.
«Se dice que la cantidad de asesinatos de personas inocentes asciende a 6402. En este contexto podemos empezar a entender la trágica realidad de la sociedad colombiana, con la falta de respeto a la vida civil por parte de las autoridades, y el escaso eco social que pueden alcanzar los opositores, dado el control gubernamental de los medios de comunicación.»
La herencia política y social de Colombia, como la de muchos otros países latinoamericanos, ha creado una enorme brecha entre las clases sociales, lo que significa que una pequeña minoría de ricos ha acumulado la mayor parte de la riqueza del país. La pobreza extrema que afecta a una gran parte de la población es cada vez más frecuente y el descontento social estalló con la última reforma fiscal propuesta por el gobierno de Duque, que pretende aumentar los impuestos sobre los productos de primera necesidad para cubrir los gastos militares, en un contexto de crisis COVID-19.
La entrevista concluyó con las aportaciones de otro artista colombiano, el activista DjLu, que compartió algunas reflexiones desde el punto de vista de un veterano artista callejero con conciencia política. La charla con los tres hombres subrayó que lo único bueno que han demostrado estos trágicos acontecimientos es el apoyo mutuo entre activistas que se ha reflejado en el mundo del graffiti: grupos de escritores rivales se han unido para desarrollar proyectos con el objetivo común de concienciar a su sociedad y al mundo entero de un conflicto que tristemente podría extenderse a otros países latinoamericanos.
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