ISHMAEL PINTA PARA AYUDARTE A SALIR DE LA JAULA

Ishmael es un singular escritor de graffiti, cuya producción artística se inspira en la novela homónima de Daniel Quinn, que esboza la forma de existir en una sociedad en constante crecimiento, abocada a la autodestrucción. Esta es una inmersión en la obra de esta fascinante figura.
La conciencia social se abre paso cada vez más en el graffiti, como te mostramos durante el #mtnwokemonth de junio. Hay multitud de ejemplos y causas que los artistas están apoyando con su trabajo. Ishmael es uno de esos escritores que combina la tradición del style writing y la difusión de un mensaje filosófico que concierne a la humanidad.
Su nombre procede del título de un libro del fallecido escritor Daniel Quinn que analiza la historia de la humanidad desde una nueva perspectiva y propone alternativas para salvar el planeta de las acciones destructivas del hombre a través del diálogo entre un maestro y su alumno.
MTN World tuvo la oportunidad de hablar con el escritor para que nos contara un poco más sobre lo que trata su obra.

¿Cómo y por qué empezaste a pintar?
Empecé a pintar graffiti a los 12 años, en 1985, en Tallahassee, Florida, principalmente en canchas de raquetbol al aire libre, rampas de skate y una vez en una torre de agua. La película Beat Street me influyó. Me gustaba el break dance y el hip-hop en general.
Los chicos latinos estaban muy involucrados en la cultura del graffiti y el hip-hop, y yo me sentía identificado. Mi familia y yo somos inmigrantes cubanos y españoles en Estados Unidos. Mi madre y mi hermana son artistas, dibujaban y pintaban en casa. Así que la familia y la búsqueda de la identidad iniciaron mi carrera en la pintura.

«Mi madre y mi hermana son artistas, dibujaban y pintaban en casa. Así que la familia y la búsqueda de la identidad iniciaron mi carrera en la pintura.»

¿Cómo empezó tu historia con Ishmael, y cómo influyó en tu estilo y tu vida?

En 1998 leí el libro Ishmael, de Daniel Quinn, y mi forma de ver el mundo cambió drásticamente. Tenía 25 años y estaba dejando de pintar y tratando de encontrar una carrera. Ishmael despertó mi impulso artístico.
El libro me dejó con ganas de hacer algo. Decir algo. Me impactó mucho, así que en 1999 adopté el nombre de Ishmael y seguí el arte como carrera. Mi idea era hacer arte y pintar graffiti para promocionar el libro. El texto está lleno de temas y simbolismos que siempre encuentro la manera de incorporar, lo que influyó en mi estilo.
El mensaje que me dio el libro fue ver los barrotes de una jaula. Vi mi cautiverio. Una vez que ves los barrotes, no puedes dejar de verlos. Somos cautivos de un sistema que destruye mucha vida en la tierra para perpetuarse. Nuestro sistema de agri-cultura es este sistema.

El graffiti ha sido considerado una disciplina artística que muchos considerarían egoísta y contraria a la filosofía de Ishmael. ¿Cómo se unen estos aspectos? ¿Cómo se unen el graffiti y la conciencia social?
Creo que el protagonista, Ishmael, quiere hacer llegar su mensaje al mayor número posible de personas. Y creo que el graffiti tiene la misma filosofía. Descubrí que ambos podían unirse. Mi táctica ha sido el enfoque de la tortuga en la carrera con la liebre. Hago todo lo posible por encontrar un equilibrio entre la diversión y la transmisión de un mensaje con mi arte.
 A veces, mis cuadros tienen que ver con el estilo y la diversión.
A veces mi arte trata de un libro. Hay un equilibrio del que soy consciente: he tenido cuidado de no convertirme en propaganda militante. Si alguien estuviera interesado, las piezas y los murales le llevarían a un libro. En los últimos diez años, he añadido «leer» a las piezas y murales de Ishmael.

«El mensaje que me dio el libro fue ver los barrotes de una jaula. Vi mi cautiverio. Una vez que ves los barrotes, no puedes dejar de verlos. Somos cautivos de un sistema que destruye mucha vida en la tierra para perpetuarse.»

Hemos leído en tu Instagram que has hablado con Daniel Quinn sobre el nuevo tribalismo. ¿Qué puede decirnos?
Me escribía con Daniel Quinn. Le pedía consejos sobre negocios. De sus escritos y su correspondencia deduje que Quinn creía en una nueva forma de vida tribal. Él sabía que no se puede ir al bosque y abandonar en un instante el sistema destructivo.
Tomé su nueva filosofía tribal como un enfoque tribal del mundo moderno. Pequeños grupos de personas con ideas afines que trabajan juntos para crear un modelo de vida más sostenible. Pequeños grupos con objetivos comunes. Yo utilizo estas ideas a mi manera. Por ejemplo, cuando necesito ayuda en un proyecto artístico, traigo gente. Me pagan lo mismo que a mis ayudantes. Me aseguro de traer talentos que merecen la pena, y en eso somos más fuertes. Más rápidos en crear algo único.
Los humanos han vivido durante millones de años en pequeños grupos, pero el sistema actual quiere borrar ese hecho. El sistema dominante quiere que pienses que los humanos siempre han vivido en civilización. Pero la verdad es que hemos vivido en tribu hasta hace poco, y que la civilización es un concepto relativamente nuevo en nuestra línea de tiempo humana.

Sabemos a través de su página web que la multitud de seguidores de las enseñanzas de su libro buscaba una forma de cambiar el camino de la destrucción de la humanidad, y su respuesta fue que teníamos que hacer lo que pudiéramos desde donde nuestra posición. ¿Puede decirnos tu postura y contribución?
Lo único que pensé que ayudaría mejor ahora mismo a cambiar el camino de la destrucción es crear conciencia de que somos cautivos de un sistema dispuesto a destruir la vida en la tierra para que el sistema sobreviva. Esta conciencia ayuda a los humanos a ver los barrotes de la jaula. Si un número suficiente de humanos ve los barrotes, entonces podemos utilizar nuevas formas creativas con prácticas sostenibles para escapar de la jaula.
Así que mi contribución ha sido dejar un mensaje para un futuro inventor. O que un músico escriba una canción o un libro o una película o un mensaje en una pared. Haz lo que puedas para concienciar sobre la jaula con los medios y talentos que tengas. Estaba recordando los últimos 23 años desde que leí Ishmael. Cambió mi vida drásticamente. En primer lugar, me mudé a un lugar relativamente económico. Geográficamente propicio para viajar. Una ciudad lo suficientemente pequeña como para no tener que conducir mucho. Descubrí cómo reducir el tamaño de lo que necesitaba. Necesitar menos me dio más libertad financiera, y eso me dio la libertad de pensar en lo que me diera la gana durante días si era necesario.
Sobre todo, Ishmael me ha enseñado sobre la libertad. Ishmael me dio una referencia histórica de cómo los humanos nos metimos en esta jaula. Y cómo salir.
P.D. El libro impacta con fuerza a partir del segundo capítulo.