Fotografías por Hecho Memoria
Te lo avisamos: vas a adentrarte en una de las entrevistas más dilatadas de MTN-World. No es para menos, y es que el escritor colombiano Tnor es de esos individuos que tiene muchísimo que contar. Más aún si se reúne con otro gigante de la escena de graffiti colombiana: su antiguo compañero Skore. Dmental Grafifti Shop, la legendaria tienda con sede en Bogotá y Medellín que se ha convertido casi en una institución, ampara este proyecto documentado bajo la mirada de Hecho Memoria.
¿Podemos hablar de un estilo colombiano?
Es subjetivo. Creo que hemos aportado una identidad sudamericana al graffiti, coincidiendo en las dinámicas que nos permiten nuestros contextos comunes (siendo recursivos con los materiales, los formatos y las estrategias).
Aunque en Colombia no contemos con un lenguaje gráfico tan extenso y arraigado como Brasil o Chile, y a pesar de lo reciente que es la historia del graffiti en el país, pienso que de a poco esa variedad que nos caracteriza empieza a condensarse en un estilo propio.
«Lamentablemente nunca tuvimos una cultura local del trainwriting como otras partes de Sudamérica y creo que esto también fue importante a la hora de recibir las influencias foráneas en el desarrollo de lo que es nuestro graffiti hoy en día.»
¿Serías capaz de numerar las influencias que han hecho del graffiti colombiano lo que es hoy en día?
Creería que inició localmente en los tempranos 90’s por algunos adeptos al Hip-Hop que traían, entre viajes de vacaciones o deportados de EEUU, algunos discos, casetes, películas, revistas, entre un sin fin de referencias que dejaban entrever un lenguaje visual caracterizado por el graffiti-writing.
Después fuimos influenciados por el azar de sucesos en los que la información llegaba a través de algunos aventurados escritores de otros países. Recuerdo por ejemplo cuando pasaron por Bogotá How & Nosm en el año 2001. Yo apenas recuerdo uno de sus muros en el centro de la ciudad que veía cuando pasaba de la mano con mis abuelos por allí (luego vine a entender la importancia de su legado más adelante). Los escritores bogotanos de la época se vieron muy influenciados por los gemelos con la mezcla perfecta del conocimiento y disciplina europea y norteamericana; sin duda esto contribuyó a más de uno de los que luego se convirtieron en referentes locales y de los cuales aprendí indirectamente y de ahí marcaron una base en su entendimiento/construcción del estilo de la época.
Luego vinieron en distintas circunstancias más escritores con alto bagaje con quienes se pudo entablar otro diálogo quizás más amplio, como lo fueron el caso de Loomit, Peeta, Ewok, Aroe, Does, entre otros… así como How & Nosm nos aportaron al entendimiento técnico y práctico del graffiti.
En los tempranos 2000’s empezaron a llegar los libros de Martha Cooper y Henry Chalfant, algunas revistas con secciones de graffiti internacional, Copia de los DVD’s legendarios de graffiti, Tats Crew, Truemac, Dirty handz y el mismo Infamy que yo creo que nos dejó a más de uno con la boca abierta.
Lamentablemente nunca tuvimos una cultura local del trainwriting como otras partes de Sudamérica y creo que esto también fue importante a la hora de recibir las influencias foráneas en el desarrollo de lo que es nuestro graffiti hoy en día. Pero a grandes rasgos fue llegando así y posterior a la masividad del internet las cosas fueron de otro modo.
«Actualmente estamos activos, aprendiendo a llevar una vida sostenible entre la pasión y la responsabilidad (de una adultez que siempre cuesta asimilar) y una que otra irresponsabilidad que aún se puede planear.»
Kavs es uno de los grupos más potentes de Colombia. ¿Puedes explicar su historia y su estado actual?
KAVS se creó a inicios del 2007 en Bogotá entre ZOMB y ANCK, yo entré a finales de ese año; en ese entonces estábamos como 5 o 6 escritores de diferentes partes de la ciudad.
Hicimos base en el Centro de la ciudad porque era un área de interés de la mayoría y encontrábamos el graffiti en su estado más puro; el punto de encuentro era en casa de uno de mis colegas. Hicimos del crew una comunidad que trabajaba como en un ritual sagrado de dibujo y pintura mientras atravesábamos esa etapa adolescente hacia la adultez buscando la forma de pintar más con la premisa de la calidad y visibilidad.
En esos tiempos era difícil destacar y la relación con otras generaciones era compleja porque teníamos nociones distintas; con el tiempo construimos una estética que algunos empezaban a ver como propia del crew. Yo la entendía como el resultado de prestarnos los blackbooks y estudiarnos entre nosotros para buscar lo mejor del otro; fueron tiempos en los que además se acercaron muchos escritores de otras partes de la ciudad a compartir en ese proceso.
Nunca dejamos de hacer las cosas a nuestro modo, forjamos una comunidad, una manera de ver y hacer el graffiti. Mas adelante STOPE con varios de nuestros amigos cercanos dieron un paso gigante en la escena local del trainwriting en el 2011 cuando pintaron por primera vez el metro de Medellín. Algunos de nosotros nos acercaríamos al metal más adelante desde otros contextos y ciudades, pero fuertemente motivados por este suceso. Forjamos amistades con grandes CREWS latinoamericanos de los que aprendimos mucho gracias a viajes reiterados y a una pequeña comunidad que denominábamos como “Unasur” (una alegoría en sátira al grupo de países sudamericanos de izquierda que apostaban por el fortalecimiento de la región y que, entre chiste y chanza, se veía reflejado por amigos de diferentes países).
No dejamos de hacer nada, solo nos permitimos explorar más, siempre con la sed de mejorar en nuestro estilo y nuestras hazañas. Ser de un país sin un sistema ferroviario nos llevaba a plantear otras dinámicas en nuestro contexto y a buscar salir para jugar en formatos que no teníamos o que eran de un acceso muy limitado.
Pienso que pudimos aportar en el desarrollo de las generaciones que vinieron más adelante y vieron en KAVS una influencia, adoptaron o asistieron a nuestros rituales, aprendieron de lo que llegamos a compartir en las calles de Bogotá o en nuestra tienda.
Actualmente estamos activos, aprendiendo a llevar una vida sostenible entre la pasión y la responsabilidad (de una adultez que siempre cuesta asimilar) y una que otra irresponsabilidad que aún se puede planear.
¿Escritores colombianos fuera del crew que sean interesantes?
Lo hablo desde mis influencias como los que estaban antes y me aportaron, SAGA, BEEK, ECKS, HUESO, KOPS; de los que estaban en simultánea conmigo destacó a LOAD, KABE, SAKOL, DELIXS, SKORE, INGER (RIP), DESER, BEPE.
¿Puedes hablarnos de tu relación con Skore?
Nos conocimos en el 2008 creo que en un evento de graffiti muy loco. Era una casa abandonada, no había salida de aire y habían unas 30 personas pintando todo (yo tenía 17 años). Desde antes hablábamos por redes, pintamos un par de veces, coincidíamos en el centro entre amigos; una época fuimos muy cercanos e incluso en un período corto formó parte de KAVS. Crecimos en simultáneo en esto, aunque con el tiempo cada uno tomó caminos diferentes, pero aun así nos cruzábamos ocasionalmente en eventos/festivales. Luego él formó parte de otros crews (con quienes yo tenía poca relación) y creo que eso terminó de distanciarnos más. Sin embargo, me lo encuentro en Bogotá o en otra ciudad del mundo y nos saludamos, se entiende que después de todo, si bien no somos cercanos, nos conocemos hace mucho y hay un respeto mutuo.
¿Qué ha supuesto este proyecto en ese sentido?
Para mí supuso el reencontrarme con los burnerpiece (risas), hace mucho que no le dedicaba tanto tiempo a un graffiti. Estuvo interesante pensarnos el muro, no como un típico Versus entre dos tipos de CREWS diferentes, si no como una convergencia desde la comodidad de cada uno. Al final buscamos puntos en común y llegamos a eso muy rápido, cada uno ya sabe lo que quiere ver y hacer; en términos de calidad y estética. Fluyó bastante bien, recordamos muchas historias y tiempos, la compañía de Sakol (viejo compañero de aventuras) quien hizo que pasáramos un buen momento en las fotos y dejáramos un muro con buen sabor a Bogotá.
«El graffiti en Sudamérica tiene todo en contra para subsistir y logró ganar un lugar con migajas.»
¿Cómo es la relación con los escritores de otros países de Latam?
En mi caso es buena, desde el 2011 empecé a viajar y salir del país; me representaba una nueva red de amistades con similitudes en la forma de vivir el graffiti. He aprendido mucho de ellos, así como intento compartir y estar para ellos; esto es respeto, camaradería y pasión por pintar. UNASUR por ejemplo fue un caso excepcional, fue una idea que empezó como una broma creada entre CMS, KEOS, ILS y que resultó extenderse por Colombia y otros países sudamericanos generando una conexión corta pero que vinculó a un tipo de crew extendido, Latinoamericano y a muy buenos exponentes que, entre pintura, risas e historias, generaron amistades nuevas y una red de contactos que prevalece en el tiempo.
«Colegas de Norte América y Europa que han conocido en graffiti sudamericano han coincidido con que lo vivimos con la pasión intacta de sus orígenes, como si estuviéramos en los 80’s, y de alguna manera lo estamos.»
¿Existe algún sentimiento común?
Yo creo que sí. Hace unos días Rose de CMS compartió una reflexión que cobija un sentir del tercer mundo, algo que nos ha llevado a ser quienes somos y nuestra manera de definir nuestra creatividad desde nuestras dificultades. El graffiti en Sudamérica tiene todo en contra para subsistir y logró ganar un lugar con migajas. Creo que el caso de la escena brasileña, chilena y argenta nos demostró tempranamente que las ganas y el talento estaban sobrepuestas al privilegio material de los países desarrollados. Creo que al menos eso en el plano real representa una referencia generalizada que he sentido compartida en todos los países Sudamericanos que he visitado. Colegas de Norte América y Europa que han conocido en graffiti sudamericano han coincidido con que lo vivimos con la pasión intacta de sus orígenes, como si estuviéramos en los 80’s, y de alguna manera lo estamos.
¿Qué importancia crees que tiene el dibujo en el desarrollo del estilo?
Creo que es esencial, es un backstage de lo que deberías estar haciendo a todo momento para cuando salgas en cámara tengas claridad de qué hacer. Si no dibujaste, no estás haciendo lo mínimo por ser bueno. El dibujo y la constancia le van a dar estructura al estilo, desde el handstyle hasta el wildstyle es importante pasar primero por el papel para mecanizar y entender las letras y sus composiciones.
Creo que en el “moment of truth” de un panel, por ejemplo, o un spot de pocos minutos no hay vuelta atrás a nada que no tengas interiorizado o memorizado en ti. Puedes repetir un mismo panel siempre, pero a mi manera de ver siempre destaca el que porta un estilo más fresco.
¿Y en lo que pintas?
Desde el inicio estuve muy pegado al blackbook, tengo aun la colección en mi casa, incluso tengo los de varios de mis amigos del crew, como te contaba para KAVS y en especial para mi representó una buena parte en mi evolución. Me permití experimentar muchos estilos, formas, técnicas y a modo de bitácora, me permitía mirar hacia atrás y retomar caminos olvidados.
Desde hace algunos años dejé de hacerlo con la rigurosidad que solía porque busco fluir más rápido con los espacios, entendiendo mejor la acción y el estado mental que quiero disponerle al ejercicio de pintar. Después de todos estos años no dispongo del tiempo ni la motivación para seguir enfocándome en piezas muy elaboradas, tengo de alguna forma los movimientos más automatizados y enfocados a ciertos formatos y tiempos. Esto no quiere decir que haya dejado de dibujar, siempre termino con todas mis libretas llenas de tags o letras sueltas que se me ocurren mientras hago una fila o voy camino al trabajo, siempre será un hábito.
El graffiti latinoamericano suele ser muy ilustrativo, o sus autores suelen tener alto potencial artístico en comparación con otros lugares del mundo. ¿Por qué crees que es?
Yo creo que tiene que ver con unos contextos sociales particulares y con una herencia pictórica muy marcada. De alguna forma la calle antes del graffiti se convertía en un escenario para exponer, denunciar o plantear diferentes maneras de pensar o percibir el mundo. Con el paso del tiempo la calle se ha convertido en la galería de la gente, no se pinta por dinero sino por necesidad, por eso en ese escenario convergen no solo quienes quieren escribir su nombre sino quienes quieren comunicar algo distinto. Y en medio de esa simbiosis vemos como todos terminamos influenciándonos mutuamente.
Es por eso que, de estas coyunturas, nacen propuestas visuales muy propias que brindan a sus ciudades un sentido de identidad visual e inquietudes
como el caso de OS GEMEOS, AISLAP, SENK, SAILE, DELIX, entre un montón de talentos más.
¿Algún artista que te interese fuera del graffiti?
Frank Frazetta, Ralph Bakshi, Chris Garver, Math Lambdin y Alfons Mucha.
Sabemos que también eres aficionado al metal… ¿Podrías enumerar algunas de las ciudades en las que has pintado trenes y metros?
Desde hace unos 10 años inicié con la inquietud imparable de redescubrirme en el trainwriting y aunque no persigo un fin determinado si tengo mayor interés por los sistemas de metro. Quisiera nombrar estos por las historias que vienen detrás de ello sin dejar de un lado los trenes de cercanías.
Trenes en Helsinki 2019, San Petersburgo 2019 y Berna 2017
Metros en Moscow 2019, Nueva York 2023, Paris 2017 y Buenos Aires 2013.
Cuéntanos alguna aventura lejos de casa.
…En el 2019 cuando fui a Moscú, planeaba hospedarme por 5 días. Iba con la mentalidad de ir por el sistema y regresar a Europa Central, pero las cosas no siempre salen en los tiempos que uno espera. Después de varios intentos terminé extendiéndome 2 semanas y justo unas horas antes de que mi vuelo de regreso saliera, decidí visitar el último lugar que estaba en mi lista pero que había estado descartando por la lejanía en la ciudad. Ese día salí del hostal a la 1:00 am, llegue al Spot a las 2:00 am, logré convencer a un tipo que nunca había pintado un metro que me cuidara el equipaje fuera del lugar y me avisara si veía algo extraño fuera del spot. Lo malo era que ni él hablaba muy bien inglés ni yo mucho menos ruso jajaja así que el asunto iba a ser bastante complejo. Al final lo único que yo iba a preguntar era si podría salir y él solo tenía que decir YES jajaja; por suerte todo salió bien, mi amigo nunca respondió su teléfono cuando le llamé al salir, pero esperó en el lugar que habíamos acordado desde el inicio.
«En Sudamérica prevalece una idea medio romántica del escritor de graffiti en la que no sólo se trata del que revienta las calles, sino de quien lo hace con gracia y en donde se aprecia de la misma manera un tag que un burner. Todo se entiende como parte de un mismo cuerpo; se trata de ser bueno en todo.»
Las risas al salir de allí no faltaron, ya estaba fuera, cerca de las 4 am, y me dio tiempo de ir a una gasolinera a pedir un baño prestado y hacer un cambio de ropa, pedir un Uber, dejar a mi compa que acababa de conocer hacía 24 horas en su casa y seguir camino al aeropuerto para llegar 40 minutos antes de abordar ya con maletas al hombro, feliz y satisfecho de la misión más absurda jamás hecha. A punto de perder mi vuelo con sonrisa de lado a lado.
(Gracias a este Bro que hice allí por hacerme el aguante.)
Tengo unas cuantas aventuras más que podría relatar y las estoy recolectando para una publicación en la que estoy trabajando actualmente que espero tener impresa pronto. Se llamará “Tras Nuestro Origen”.
Tú y Skore sois unos escritores muy implicados en las piezas trabajadas sobre pared pero también en el graffiti ilegal, algo no muy común en Europa que por el contrario, sí vemos en algunos países como Venezuela. ¿Por qué crees que sucede?
En Sudamérica prevalece una idea medio romántica del escritor de graffiti en la que no sólo se trata del que revienta las calles, sino de quien lo hace con gracia y en donde se aprecia de la misma manera un tag que un burner. Todo se entiende como parte de un mismo cuerpo; se trata de ser bueno en todo. Quizá sea un remanente en el inconsciente colectivo que nos dejó Style Wars, en donde los top dogs del Nueva York de los 80’s deslumbraban con estilo y cojones, porque desde que tengo memoria esto es algo que siempre estuvo presente en el graffiti en mi ciudad.
Aunque no se puede generalizar, si es algo que, de alguna manera, cada ciudad interpretó a su manera, algunos con una influencia más americana (como Bogotá y Caracas) otros con una más europea (como Santiago y Buenos Aires) pero siempre con el remanente de hacer el mejor graffiti posible.
«El graffiti se ha hecho más accesible, más variado en cantidades y calidades diferentes e incluso hasta en sus insumos y forma de percibirse. A algunos nos alivia y nos arruina, pero no dejará de existir.»
¿Por qué crees que el graffiti se ha extendido tanto por todo el mundo?
Cada vez hay más información y medios para difundirlo. El uso creciente de las redes sociales y el acceso ilimitado al internet detonan este tipo de expresiones. Esto ha hecho que el contenido sea cada vez más superficial y que la información que flota en las redes tenga un sentido más de entretenimiento que de entendimiento, lo que hace que se riegue la bola con más rapidez y a escala global. Una cosa es verlo y otra aprenderlo. En ese sentido siento que muchas conversaciones, códigos y aprendizajes terminan de darse en la calle y lo virtual y lo analógico conviven para proliferar un juego cada vez más extendido.
Por otro lado, la industria sigue creciendo con productos y servicios cada vez más especializados y la estética del graffiti no afloja en su creciente aprobación mediática que ya le encuentra más lugares en sus publicidades, películas y portadas y que seguro seguirá contribuyendo a ser ese proyecto de arte pop, a veces domesticado, que funciona para vender a los alternativos. El graffiti se ha hecho más accesible, más variado en cantidades y calidades diferentes e incluso hasta en sus insumos y forma de percibirse. A algunos nos alivia y nos arruina, pero no dejará de existir.
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