
Bruce y Mina nos llevan de paseo por su universo en el que su práctica artística es, al igual que la creación, como un jardín: sujeto a los cambios y mutaciones propios del crecimiento natural.
Las composiciones minimalistas y variadas que forman el trabajo de Bruce se juntan con los diseños a mano alzada de Mina, cuyo gusto por las formas dibujadas se manifiesta en su bagaje entre la abstracción y la figuración.
Esta exposición se presenta como un caleidoscopio de experiencias, sentimientos e imágenes recogidas por los dos artistas durante los años de trabajo en su estudio compartido de Berlín, en el que sus dos puntos de vista artísticos se unieron.
Un intercambio mutuo, agregar y adaptarse forma parte de su rutina diaria creativa, un espíritu fresco y simple o, para decirlo de otra forma: natural.